A medida que la demanda de proteína animal continúa creciendo con el aumento de la población mundial, la importancia de la avicultura también ha crecido exponencialmente.
La avicultura es una forma de ganadería que cría aves de corral (pollos, patos, pavos y gansos, entre otros) para producir carne o huevos destinados a la alimentación.
Los pollos, por ejemplo, se crían en grandes cantidades —cada año se procesan más de 60.000 millones de pollos para el consumo—.
A nivel mundial, la producción de carne de pollo ha experimentado un crecimiento significativo en los últimos años. En 2023 se produjeron aproximadamente 103,41 miles de toneladas métricas de carne de pollo de engorde en todo el mundo.
Este sector no es solo un componente más de la industria cárnica, es también un pilar fundamental tanto para la Seguridad Alimentaria como para el desarrollo económico a nivel global.
¡Sigue leyendo y descubre por qué!
La importancia de la avicultura explicada
Alimentación nutritiva
“Aunque no toda la carne se considera saludable, la carne de pollo sí lo es. Y es además con frecuencia más asequible que otras carnes. Es de una calidad consistentemente alta, es baja en grasas saturadas, puede ser enriquecida con nutrientes esenciales y es muy solicitada en todo el mundo”.
Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO)
La avicultura proporciona una fuente confiable de alimentos nutritivos, incluida la carne de ave y los huevos.
Las proteínas del pollo son de alto valor biológico, lo que significa que aportan todos los aminoácidos esenciales que el cuerpo no puede fabricar por sí mismo. Esta carne es baja en grasa (especialmente si se retira la piel) y contiene menos grasas saturadas que la carne roja y otros alimentos procesados.
Igualmente, es una fuente importante de vitaminas del grupo B, incluyendo la vitamina B12, B3 y B6. También contiene algunos minerales como hierro, zinc, selenio, fósforo y sodio.
Los huevos, por su parte, pueden aportar los mismos nutrientes esenciales que las carnes. Y, a pesar de su contenido en colesterol, varios estudios han demostrado que el consumo de huevos no está asociado con un aumento en el riesgo de enfermedad cardíaca en personas sanas.
Por si fuese poco, son bastante versátiles y económicos.
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Desarrollo económico
El sector avícola a nivel mundial está experimentando un notable crecimiento, impulsado principalmente por la creciente demanda en países emergentes.
Esta demanda se refleja en un incremento en el consumo de carne de ave, mientras que el consumo de carne roja muestra una tendencia a la baja.
En un contexto como este, la importancia de la avicultura se vuelve innegable.
El pollo, por su parte, lidera la producción avícola de los 5 principales países productores de aves de corral de Europa (Polonia, Reino Unido, Francia, España y Alemania) con un 82% del total de aves procesadas.
En el caso particular de nuestro país, la industria avícola procesa 700 millones de aves (equivalentes a 1,6 millones de toneladas) al año. Gracias a esto, esta actividad representa un motor económico que sustenta a numerosas familias y contribuye significativamente al Producto Interno Bruto (PIB) nacional.
De acuerdo a un informe del USDA (United States Department of Agriculture), el consumo de carne de pollo dentro de la UE crecerá un 0,9% en 2024. Esta demanda interna impulsará la producción este año (crecerá un 0,45%). Una de las razones es que la carne de pollo es más barata y los consumidores piensan que es la más sana y fácil de preparar.
Generación de empleo
Más allá del valor nutricional de la carne de pollo, detrás de cada pieza de carne o huevo, hay una extensa cadena de productores que involucra a agricultores, veterinarios, científicos y muchos otros profesionales.
Es decir, la avicultura también impulsa el desarrollo económico al crear empleo en diversas etapas de la cadena de producción y contribuir al comercio nacional e internacional.
En ese sentido, las granjas avícolas no solo proporcionan empleo en la cría y el cuidado de aves, sino también en el procesamiento, envasado, distribución y venta de productos avícolas. Esto ayuda a fortalecer las economías locales y regionales.
En España, por ejemplo, la industria avícola genera casi 50.000 empleos directos.
Además, la industria avícola fomenta el empleo indirecto en sectores relacionados, como la producción de piensos, la fabricación de equipos avícolas y el transporte de productos.
Seguridad Alimentaria
La importancia de la avicultura se manifiesta también al contribuir significativamente a la Seguridad Alimentaria global.
Los productos avícolas proporcionan una fuente constante de alimentos nutritivos a millones de personas en todo el mundo.
Una granja de aves de corral puede adaptarse fácilmente a diferentes condiciones climáticas y geográficas, lo que la hace menos susceptible a las fluctuaciones en la producción de alimentos en comparación con otros sectores agrícolas.
En pocas palabras: en un mundo con una población en constante crecimiento, la demanda de alimentos nutritivos y accesibles sigue en aumento, y la avicultura responde a esta necesidad ofreciendo una fuente sostenible de carne y huevos, contribuyendo así a combatir el hambre y la malnutrición.
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Sostenibilidad ambiental
También podemos hablar de la importancia de la avicultura cuando tocamos temas referentes al cuidado del medio ambiente y nuestro planeta.
Las granjas avícolas modernas han adoptado prácticas sostenibles para minimizar su impacto ambiental, incluida la gestión adecuada de residuos, el uso eficiente de recursos naturales y la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero.
Además, la avicultura puede desempeñar un papel en la gestión de desechos orgánicos al utilizar estiércol de aves como fertilizante en la agricultura.
La avicultura de traspatio contribuye a la diversidad genética y al mantenimiento de razas locales, lo que es importante para la resiliencia ecológica y la sostenibilidad.
En conclusión, actualmente las prácticas avícolas han reducido su impacto ecológico y han contribuido a la lucha contra el cambio climático.
Como hemos visto, millones de personas se benefician de los productos que ofrecen las granjas avícolas. La carne de ave es una fuente de proteínas, vitaminas y minerales, esenciales para el desarrollo y mantenimiento del cuerpo humano.
La economía también se beneficia de la importancia de la avicultura. Al generar empleo en varias áreas de producción y comercialización (desde la cría y sacrificio hasta la venta y distribución), la industria avícola estimula el crecimiento económico de países enteros.
Y lo más importante, nuestro sector desempeña un papel vital en la seguridad alimentaria global: proporcionamos una fuente de proteínas asequible y accesible.
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